La limpieza de la jaula de tu perro puede no serlo primeroen tu lista de actividades divertidas de verano, pero es una tarea necesaria. Las perreras al aire libre deben ser esterilizadas varias veces al año, incluso si tu cachorro es el único animal que la utiliza. Además, siempre debes desinfectar las perreras que albergaban un perro enfermo.
Preparación. Tu perro puede creer que es tu asistente, pero no va a ser de mucha ayuda tenerlo cerca cuando estás limpiando la perrera. De seguro no quieres que esté husmeando en el balde con detergente cuando no estás mirando. Retira todos los objetos de la perrera para que puedas limpiarla y desinfectarla de acuerdo con las instrucciones de sus fabricantes. Algunos juguetes son aptos para lavarlos con lavavajillas, pero otros se arruinan si son higienizados con productos químicos corrosivos. Lava las mantas y telas con detergente para la ropa. Remplaza las mantas y otros artículos de uso personal si la perrera albergaba un perro enfermo. L a tela atrapa gérmenes y es difícil de desinfectar.
Elección de los desinfectantes. Llama a tu veterinario o a un refugio de animales para que te recomienden productos de limpieza. Una solución de agua y lejía diluida en una proporción de 1:32 es efectivo como un desinfectante general según la Sociedad Protectora de Animales de los Estados Unidos. Consulta la tabla de desinfectantes si un perro diagnosticado con una enfermedad contagiosa ha ocupado la perrera antes, incluso si se trataba de tu perro. Esto es particularmente importante para las perreras al aire libre de los refugios y en los hogares con varios perros. Algunos productos de limpieza con mezclas de amoníaco no son eficaces en la eliminación de ciertos agentes patógenos virales y fúngicos. Del mismo modo, los detergentes que destruyen hongos parásitos no pueden eliminar eficazmente las bacterias contagiosas.
Limpieza de la perrera. Recoge con una pala los desperdicios y barre la perrera. Enjuaga toda la estructura con una manguera para eliminar las capas de suciedad que cubren el suelo y las superficies con ranuras. Frota la superficie con un cepillo de cerdas y una solución de detergente. Un cepillo de mango hace que el trabajo sea más fácil y mantiene tu cara lejos de los vapores químicos. No tomes atajos durante la limpieza. Use una escalera de mano para llegar a lo alto y lava esta parte con un cepillo en las esquinas y otras áreas donde se acumula la suciedad. Una vez que hayas higienizado la perrera, déjela reposar de acuerdo con las instrucciones del fabricante de los artículos de limpieza utilizados.
Enjuague y seque. Enjuaga la perrera de arriba a abajo con un chorro constante de agua. Usa agua caliente si es posible. Revisa cada centímetro de la perrera varias veces para asegurarte de que no hay residuos de desinfectante en ningún lugar. Usa una escobilla de goma o una toalla para secarla cuando hayas terminado. Deja que le dé el aire durante al menos un par de horas antes de reemplazar todos los juguetes, vasijas y ropa de cama.
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