Los Pastores alemanes son perros muy inteligentes, seguros y leales. Son excelentes mascotas y perros guardianes formidables. Cada raza de perro responde de manera diferente a la disciplina; la clave para tener una mascota de buen comportamiento es conocer a fondo las características generales de tu mascota. Los Pastores alemanes necesitan firmeza, disciplina y recompensas que estimulen su instinto de trabajo consistente.
Elementos que necesitas
• Correa
• Juguetes
• Golosinas
Disciplina general
Paso 1. Observa el comportamiento de tu pastor alemán. Desde el día en que lollevas a tu casa debes mantener un registro de cómo se comporta ante diferentes situaciones. Esto te ayudará a entender su probable comportamiento futuro. Un Pastor alemán típico es confiado, alerta y protector. Su confianza nunca debe convertirse en agresión y debe mantener la calma y ser vigilante cuando se enfrenta a nuevos estímulos. Presta especial atención a la forma en que tu mascota responde ante los visitantes que llegan a la casa, a otros perros que vienen a saludarlo y cuando lo llevas a pasear.
Paso 2. Observa sus malos hábitos. Todos los perros desarrollan hábitos traviesos como subirse a un mueble y masticar cosas que no debería. Estos problemas se producen en todos los ámbitos pero los peores hábitos de un Pastor alemán es probable que incluyan ladrar a los visitantes debido a su instinto sobre protector.
Paso 3.Juega con tu perro para que averigües que lo estimula. Disciplinar a un perro con éxito se basa en desalentar el comportamiento no deseado y fomentar el buen comportamiento. Fomentar el buen comportamiento significa introducir una recompensa; desalentar un comportamiento no es más que quitarle las recompensas. Algunos aman los juguetes mientras que otros ven el contacto físico como el premio final. Muchos harán cualquier cosa por una golosina. Los instintos de pastoreo de tu Pastor alemán le hacen propenso a hacer cualquier cosa que le pidas por la oportunidad de correr sin correa.
Paso 4.Ponle una correa a tu Pastor alemán y exponlo a estímulos que le hagan propenso a recurrir a una mala conducta. Por ejemplo, busca un amigo que toque el timbre. Justo antes de que tu amigo toque el timbre comienza a alabar verbalmente a tu perro. Este es un estímulo positivo. Cuando suene el timbre debes monitorear la reacción de tu perro. Si permanece pasivo y tranquilo, aumenta la alabanza y déjalo sin correa. Si ladra detén la alabanza y suavemente tira de la correa para llamar su atención. Esto le distrae de ladrar. Con el tiempo va a aprender que ser pasivo cuando llega un visitante tiene un resultado positivo mientras que ser agresivo tiene un resultado negativo.
Enseñarlo a sentarse
Paso 1. Pon una golosina encima de la cabeza de tu perro.
Paso 2. Mueve la golosina al mismo tiempo que el mueve la cabeza hacia atrás para seguirla. Al hacer esto ejecuta el comando del siéntate. Finalmente se sentará para obtener una mejor visión de la golosina.
Paso 3. Suelta la golosina tan pronto como se siente y luego dale muchos elogios caricias. Con suficiente repetición va a aprender que sentarse cuando se lo ordenas tiene un resultado positivo. Use la misma técnica para enseñarle el comando abajo, moviendo la golosina hacia el suelo en lugar de sobre su cabeza.
Paso 4. Usa lo que has aprendido observando a tu perro y siguiendo sus malos hábitos para anticipar el mal comportamiento. Por ejemplo, si se inclina hacia el salón, discretamente síguelo. Si te parece que está a punto de subir al sofá o masticar un cojín, es un buen momento para disciplinarlo.
Paso 5. Dile el comando siéntate antes de que tenga la oportunidad de ser travieso. A continuación dile abajo. Estos comandos distraen al perro del comportamiento travieso que estaba divisando.
Consejos
• Se consistente. Tu perro va a prosperar una vez que conozca sus límites. Si no lo dejas subirse al sofá, nunca debes permitir que lo haga. Lo que le permitas por «ocasiones especiales», cuando lo corrijas porque intenta subirse lo confundirá y limitará su eficacia.
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