Si está buscando un verdadero perro de compañía, tanto el bulldog francés como el boston terrier son buenas opciones. Ambos son perros no deportivos, criados simplemente para compartir su corazón y el entorno hogareño con aire acondicionado, pues sus hocicos son cortos y su capacidad de jadear y refrescarse naturalmente está limitada.
Tamaño. Los boston terriers pueden ser de varios tamaños según los estándares de competencia, menores de 15 libras, entre 15 y 20 libras, entre 20 y 25 libras y con más de 25 libras. Los dogos franceses, o frenchies como los llaman sus fans, deben pesar menos de 28 libras.
Colo. El pelaje del boston terrier puede ser atigrado, un patrón de negro mezclado con marrón, además de rojizo o negro con marcas blancas. El color rojizo en realidad puede parecer negro, pero el rojo se destaca bajo la incidencia de la luz del sol. Los bostons tienen el pecho blanco, el hocico blanco y un color fuego entre sus ojos. Los colores del frenchie incluyen atigrado, leonado, blanco y mezclas de beige, blanco y atigrado. Para determinados eventos de exhibición se exige que los frenchies no sean blancos y negros, negros y fuego o negro sólido. La raza también es conocida por sus orejas de murciélago.
Temperamento. Aunque ambos perros son excelentes compañeros, existen claras diferencias en el temperamento. De los dos, el terrier tiene más capacidad atlética y es más activo que el bulldog francés. Si desea participar en actividades tales como la agilidad o la obediencia, o entrenar a su perro para el trabajo terapéutico, el boston es el mejor candidato. El frenchie puede ser más tímido, requiere más trabajo en la socialización con las personas extrañas. Siempre es una buena idea llevar a su perro para que reciba entrenamiento básico de obediencia, pero esto probablemente sea más importante para el propietario de un boston. Recuerda que la raza puede lastimar durante el juego, por lo que tiene que enseñarle que esto no es un comportamiento aceptable.
Cuidado. Ambas razas son de pelo corto, así que requieren una preparación mínima. A pesar de que no necesitan una gran cantidad de ejercicio, el boston tiene un nivel de energía más alto que el frenchie, de cualquier forma, caminar una distancia pequeña un par de veces al día o pasear en un patio cercado, puede ser suficiente para cualquiera de los dos. Son una buena opción para quienes viven en apartamentos. No deben ser sobrealimentados, ambos están sujetos a ciertos problemas físicos, así que el sobrepeso sólo representa un riesgo mayor.
Reproducción. Ambas razas generalmente requieren métodos artificiales de reproducción, por lo que los criadores deben recurrir a los especialistas veterinarios. Una vez que los cachorros son concebidos, el nacimiento generalmente se produce por cesárea, porque las cabezas de los cachorros son demasiado grandes para navegar con éxito por el canal de parto. Piénselo dos veces antes de criar un boston o frenchie hembra, pues tendrá que transitar no sólo por un embarazo delicado, también por la cirugía, con todos los riesgos que conlleva.
Salud. Tales medios artificiales para concebir a estos perros, da una pista de que ambas razas sufren de diversos problemas hereditarios. Con el boston, se presentan complicaciones en los ojos, incluyendo las cataratas que conducen a la ceguera en los perros jóvenes. Los frenchies son propensos a las alergias a los alimentos, así que tener cuidado con la alimentación es fundamental. Además pueden presentar problemas respiratorios, incluyendo la condición de paladar blando que causa obstrucciones respiratorias.
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