Algunas personas adoptan perros por un impulso, sin pensar mucho en cómo afectará esto su vida o la del animal en un futuro. Escrito desde la perspectiva de un perro, los 10 mandamientos para los propietarios, animan a los futuros dueños a pensar con cuidado antes de comprar o adoptar uno como mascota.
Historia. Los 10 mandamientos para los propietarios de un perro fueron escritos en 1993 por el conductista y entrenador de obediencia de perros británico, Stan Rawlinson.
Justificación. La idea fundamental detrás de Los 10 mandamientos para los propietarios de un perro es alentar a los dueños para que entiendan y sigan ciertas directrices durante la crianza responsable de las mascotas.
Información general. Los 10 Mandamientos para los propietarios de un perro se centran en la relación entre un perro y su dueño ya que se describe desde el punto de vista de un perro, el compromiso, la paciencia, la bondad y la comprensión, como temas persistentes que sirven para recordar a los dueños de un perro que traer un nuevo miembro a la familia es un asunto serio que tendrá consecuencias a largo plazo.
Mandamientos. Los 10 Mandamientos para los propietarios de un perro plantean lo siguiente:
«Es probable que vida sea de 10 a 15 años. Cualquier separación que tengamos será muy dolorosa. Recuerda esto antes de comprarme”.
«Dame tiempo para entender que quieres de mí. No seas impaciente, irascible o irritable».
«Deposita tu confianza en mí y siempre voy a confiar en ti. El respeto se gana, no se da como un derecho inalienable”.
«No te enojes conmigo por mucho tiempo y no me encierres como castigo; yo no soy capaz de entender por qué lo haces. Sólo sé que he sido rechazado. Tú tienes tu trabajo, entretenimiento y amigos, pero yo sólo te tengo a ti».
«Háblame de vez en cuando porque aunque no entiendo tus palabras, entiendo tu voz y tu tono. Sólo tienes que mirar mi cola”.
“Ten presente que siempre recordaré la forma en que me trates y si es cruel, puede afectarme durante toda la vida”.
“Por favor no me golpees, yo no puedo devolverte el golpe, pero puedo morder y arañar y realmente no quiero hacerlp”.
“Antes de que me regañes por ser poco cooperativo, obstinado o perezoso, pregúntate si hay algo que puede estar molestándome. Tal vez no estoy recibiendo los alimentos adecuados, he estado expuesto al sol demasiado tiempo o mi corazón está envejecido y débil. También puede ser porque estoy cansado”.
“Cuida de mí cuando sea viejo. Tú también vas a envejecer y también vas a necesitar amor, cuidados, comodidad y atención”.
“Acompáñame en los momentos difíciles. Nunca digas: No puedo verlo o dejaré que suceda en mi ausencia. Todo será más fácil si estás a mi lado. Recuerda que, independientemente de lo que hagas, yo siempre te amaré”.
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