La adopción de un perro es un gran problema para las parejas jóvenes, pero no es tan fácil como decir «quiero esta raza porque…» o simplemente porque te gusta la apariencia de uno en particular. Hay una gran cantidad de factores que influyen en el proceso de elección.
Actividades. Lo primero que debes hacer es analizar el estilo de vida que tienen tu pareja y tú. Si son personas muy activas que disfrutan de caminatas, deportes, correr u otras actividades de alta energía, querrás considerar un perro que pueda acompañarlos. Entre las razas de alta energía están el Border collie, el Pit bull terrier americano y el Jack Russell terriers. Si no son tan activos y prefieren pasar el rato en casa en lugar de explorar, considera adoptar a un perro más relajado. Los Mastines y los Bulldogs son perros amorosos y de gran tamaño que se adaptan más a un estilo de vida relajado y más casual. En el lado más pequeño se encuentran los Pugs, los Chihuahuas y los Bulldogs franceses. Para algunas parejas los un perro adulto pueden ser ideales, especialmente si nunca antes han tenido un perro. Los perros adultos ya han pasado la etapa destructiva de cachorros y están generalmente entrenados.
El ambiente hogareño. Es posible que te sientas atraído por un enorme perro que te babeará todas las noches cuando llegues a casa, pero antes de tomar una decisión debes tener en cuenta el tamaño de tu casa y del jardín. Un Mastín puede romper cosas sin querer cuando está en un espacio pequeño, todo por el tamaño que tiene. Por otro lado, un cachorro de alta energía puede necesitar un poco más de espacio interior y salir a correr al exterior. Algunas razas de alta energía están bien en apartamentos siempre y cuando puedan pasar tiempo realizando largas caminatas o carreras fuera de la casa. Seguramente ustedes querrán un perro que se adapte a sus necesidades emocionales, nivel de actividad y que también quepa en su casa y patio.
Finanzas. Algunos perros requieren más dinero que otros para sus cuidados y una gran cantidad de factores influyen en la cantidad que necesitarás para el cuidado futuro de tu mascota. Uno de los gastos más importantes a tener en cuenta es la comida que puede llegar a ser muy alto. Obviamente, cuanto más grande sea el perro más alimento va a consumir. Todos los perros necesitan alimentos, cuidados veterinarios, juguetes y golosinas, por lo que necesitas estar seguro de que puedes pagar todas estas necesidades básicas. Además, algunas razas son más propensas a infecciones y enfermedades graves, por lo que querrás asegurarte de que puedes permitirte pagar cuidados veterinarios adicionales para que tu mascota tenga una larga esperanza de vida. Algunos perros grandes son propensos a problemas en las articulaciones mientras que los perros con arrugas en la cara como los Pugs pueden tener obstrucciones nasales u otros padecimientos. El aseo es otro costo a considerar, algunas razas necesitan ser aseados regularmente y otras requieren cortes de pelo específicos para diferentes propósitos: puede ser caro mantener a un Poodle. Siéntate con tu pareja y escriban el presupuesto que tienen para destinar a un cachorro antes de decidirse por uno.
Al momento de decidirse. Después de tomar todo esto en consideración, es el momento de empezar a buscar un cachorro. Si están interesados en una raza determinada, hay muchos cachorros de pura raza en refugios y grupos de rescate de razas específicas que podrás ver antes de tomar tu decisión. Tu refugio local también puede tener una variedad de cachorros a la espera de ir a un hogar. Si están buscando un criador, sólo deben comprarles a los criadores de renombre que tienen ambos padres disponibles para mostrarles. Un criador debe estar más que dispuesto a mostrar su casa y las condiciones de vida de los cachorros, además de ser exigente en cuanto a quién va a adoptar a sus cachorros.
¿Cuál perro? Como los niños, muchos perros pueden fijarse más en una persona de una pareja que en la otra. Antes de adoptar a un perro, ambos deben sentarse y hacer una lista realista de los derechos de cada uno con el perro. Lo ideal sería que ambos compartieran por igual todas las tareas, incluyendo el ejercicio, jugar, el tiempo de inactividad y hasta sacarlo para que haga sus necesidades. Recuerda que los perros al igual que los humanos tienen personalidades individuales, en una pareja un cachorro tranquilo puede aferrarse a la persona que pasa más tiempo relajado a su lado mientras que uno enérgico puede estar más inclinado hacia la persona más activa. Los Beagles o los Labradores a menudo se adaptan bien a compartir su amor con todos los miembros de la familia. En algunos casos, pero ciertamente no en todos, un perro se sentirá más atraído hacia su dueña hembra, mientras que una perra creará un vínculo más cercano con su dueño masculino. No hay una regla fija sobre qué cachorro va a ser mejor para ambos miembros de una pareja, pero un hogar bueno y amoroso les ayudará a tener una relación gratificante con el cachorro que decidan incluir en sus vidas.
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