La mayoría de los perros de raza pura son propensos a problemas de salud hereditarios y el Doberman Pinscher no es la excepción. Esta raza también puede experimentar problemas físicos comunes de los perros de razas grandes que no son necesariamente genéticos. Compra tu Doberman a un criador de renombre que te ofrezca una garantía de salud y pide ver a los padres del cachorro.
Enfermedades del corazón. La Cardiomiopatía es una enfermedad del músculo del corazón y agrandamiento de este que afecta con frecuencia en los Doberman. Como es tan común, además de los chequeos regulares con el veterinario, es posible que desees llevar a tu mascota a un cardiólogo veterinario. Los ejemplares mayores pueden sufrir de insuficiencia cardíaca congestiva.
Displasia de cadera. La displasia de cadera es una malformación de la articulación de la cadera que es común en los perros grandes y es hereditaria en los Doberman. Dependiendo de cómo sea afectada la articulación, el resultado es sólo un «desperfecto al caminar» o una completa falta de movilidad en el extremo trasero. El veterinario puede prescribirle medicamentos para aliviar el malestar de menor importancia o llevar a cabo una cirugía para darle a tu mascota una nueva oportunidad de correr, una vez que se recupere ambos podrán volver a realizar las caminatas que tanto disfrutan.
Hipotiroidismo. Si bien el hipotiroidismo o la falta de la hormona tiroidea aparecen con frecuencia en los Doberman, es fácil de tratar después de ser diagnosticada. Puesto que la glándula tiroides regula el metabolismo del cuerpo, su carencia se manifiesta de diferentes formas. Tu Doberman podría aumentar de peso sin ninguna razón aparente. Puede estar cansado y sin la energía típica de esta raza. El pelaje se ve opaco, grasiento, con caspa o se cae. Una vez que el veterinario hace un diagnóstico a través de un análisis de sangre, tu perro puede comenzar a tomar suplementos de tiroides para tratarse. Vas a tener que darle la medicación diaria por el resto de su vida.
Síndrome de Wobbler. Formalmente conocida como inestabilidad vertebral cervical, los Doberman con síndrome de Wobbler generalmente muestran signos de esta anormalidad espinal después de los3 años de edad. Tu Doberman podría tambalearse y faltarle coordinación en las patas. Al empeorar la enfermedad puede desarrollar un andar extraño siendo rígido al caminar. Aunque el síndrome de Wobbler afecta más las patas traseras, con el tiempo las patas delanteras también se ven afectadas. El veterinario puede recomendarte algunas opciones incluida la cirugía para restablecer la movilidad de su mascota.
Hinchazón. La hinchazón no es una condición hereditaria en los Doberman pero en ocasiones afecta a los perros grandes con pechos profundos y anchos como este. Técnicamente conocida como torsión gástrica, el estómago de tu mascota se tuerce cuando se llena de gases y aire. En el peor de los casos las torsiones de estómago cortan el suministro de sangre. La hinchazón es una situación de emergencia y puede aparecer de la nada. En un momento tu Doberman puede estar muy bien y al poco tiempo comienza a inquietarse, a respirar con dificultad, trata de vomitar o simplemente se desmaya. Cuando esto suceda debes llevarlo inmediatamente a una clínica veterinaria de emergencia para salvar su vida. Dado que la hinchazón puede repetirse, el veterinario puede realizarle un procedimiento llamado viradas de estómago para evitar que el estómago se tuerza nuevamente.
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