Si bien puedes estar viviendo en una sociedad de perro-come-perro, tu Huskie es más probable que viva en una de perro-come-gato. Si tu Huskie ve a un gato como el postre perfecto, entonces el sedoso animal estará seguramente en problemas. Aunque algunos aprenden a ser simpáticos con los gatos, no hay manera de garantizar que el tuyo pueda serlo.
Instintos depredadores. Las duras condiciones en Siberia equiparon al Husky siberiano con un fuerte instinto de presa porque la comida es escasa y difícil de conseguir. Aunque los perros esquimales son generalmente amables y no agresivos con otros perros, deben ser supervisados cuando están cerca de pequeños animales en los alrededores de la casa. Ardillas, conejos, aves, cobayas, hámsteres y gatos, son animales que pueden acabar fácilmente en el menú de tu mascota.
Máquinas de persecución. Cuando los gatos corren activan el instinto de persecución de un Husky, una respuesta muy relacionada con la agresión depredadora de la raza. La secuencia depredadora en los perros implica la búsqueda, el acecho, persecución, captura, morder, matar y comer. En una simple persecución tu Huskie podría no llevar a cabo toda la secuencia. Puede correr detrás del gatico y luego jugar suavemente con este, que tu mascota persiga a un gato sólo para jugar o para causarle daño y seguir toda la secuencia, dependerá de una variedad de factores.
Jefes rebeldes. Debido a que el instinto de caza está estrechamente relacionado con la supervivencia, ninguna cantidad de entrenamiento es probable que suprima por completo este instinto en tu Huskie. A pesar de esto, con la formación, una gran cantidad de este instinto en ocasiones puede ser reemplazado por una actitud aprendida. Por ejemplo, puedes entrenar a tu mascota para que te mire o se siente en lugar de perseguir a un gato o se le puede enseñarle que suceden grandes cosas cuando ve a un gato y no muestra ninguna intención de dañarlo. Aunque entrenar a un perro para que se controle a sí mismo es una tarea alcanzable, debes tener en cuenta que esta raza no es la más fácil de entrenar. El Huskie puede ser determinado, obstinado y muy terco. Debes mostrarle a través de la coherencia absoluta lo que quieres decirle cuando le hablas.
Comenzar desde edades tempranas. ¿Puede un Huskie ser simpático con un gato? Por sus fuertes impulsos depredadores, fácil respuesta de persecución desencadenada y carácter obstinado, puedes pensar que será imposible tener un Husky que se lleve bien con un gato. No te desanimes, hay algunos propietarios que han tenido éxito y cada perro, independientemente de la raza, es un individuo único. Para tener un buen comienzo, selecciona tu cachorro de Husky con cuidado. Encuentra un criador de Huskie siberiano de buena reputación que haya iniciado la socialización de los cachorros con los gatos y otros animales pequeños. Deja que el criador te ayude a seleccionar un cachorro que muestre potencial de llevarse bien con los gatos. Cuando lleves al cachorro a tu casa debes enseñarle desde el primer momento que debe respetar al gatico y que este es parte de la familia. Cuando los cachorros de Huskie son introducidos con otros animales desde una edad temprana, las posibilidades de llevarse bien son más altas. Cuando el perro es adulto las cosas son mucho más difíciles, especialmente si nunca ha estado con gatos, por lo que la seguridad debe ser tu prioridad y no debes tener grandes expectativas.
Límites de seguridad. Ten presente que sólo porque un Husky parezca aceptar a un gato como parte de la familia, no significa que se trate a otros gatos del vecindario amablemente. Asegúrate de que siempre está en una zona vallada o con una correa cuando está fuera. Dentro de la casa asegúrate de que tu felino tenga vías de escape para cuando se canse de ser molestado por el cachorro revoltoso. Los árboles para gatos, las puertas para bebés y una habitación segura serán suficientes. Además, ayuda a interrumpir cualquier persecución, ladrido o comportamiento agitado de tu perro y entrénalo con comandos de obediencia sólidos para que sea capaz de recuperar el control cuando lo necesite. Por último, por razones de seguridad, ni se te ocurra bajar la guardia; cuando no puedas supervisarlos debes mantenerlos distanciados. Enciérralos en áreas separadas de tu hogar. El cuidado puede ser la única máxima de seguridad para tu gatico cuando vive con un perro con un alto sentido de presa.
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