Braquicefálico es el término científico que se utiliza para nombrar el hocico corto de tu Bulldog inglés y literalmente significa «cabeza corta». Los perros braquicéfalos, donde también están incluidas otras razas, podrían sufrir las consecuencias de diversos trastornos atribuibles a su anatomía. El Bulldog inglés es uno de los más propensos a tener estos problemas.
Problemas de los ojos. Cuanto más corta tenga la cabeza tu Bulldog, más probabilidades hay de que sufra de problemas oculares. En las razas braquicéfalas, los ojos prominentes son muy comunes, en ellos incluso las lesiones menores pueden hacer que el ojo se salga de su lugar. Los ojos pueden ser tan prominentes que los párpados no pueden cubrirlos, lo que provoca sequedad e irritación. Tu perro no será capaz de producir suficientes lágrimas o sus pestañas pueden frotar los ojos constantemente debido a la forma anormal que tienen. Si esto le pasa a tu Bóxer, debes encontrar un buen oftalmólogo veterinario ya que algunas de estas condiciones requieren de corrección quirúrgica.
Problemas respiratorios. El síndrome de los perros braquicéfalos a menudo provoca problemas respiratorios ya que dificulta la respiración. Tu Bulldog emite bufidos y ronquidos porque tiene dificultades para obtener suficiente aire en sus pulmones debido al hocico corto y pequeñas ventanas que tiene en la nariz. Tu mascota no puede jadear de la misma forma que hace un perro de una raza no braquicefálica para mantenerse fresco. Una tráquea estrecha, conocida como estenosis traqueal, hace que la anestesia sea particularmente riesgosa en caso que deba ser sometido a una cirugía, sin embargo, sólo la intervención quirúrgica puede aliviar ciertos problemas en estos perros. Tu Bulldog además tiene un paladar blando alargado que puede provocarle inflamación en la garganta si ladra demasiado.
Dientes. En la madurez los perros tienen 42 dientes en la boca. Si esa boca es anormalmente pequeña, como es el caso en las razas braquicefálicas, tu Bulldog es propenso a desarrollar problemas dentales. Una boca pequeña no tendrá espacio para alojar correctamente todos los dientes permanentes de un perro, lo que provoca que los dientes se tuerzan formando una trampa para los desechos de alimentos. Esto afecta a las encías, por lo que la enfermedad periodontal ocurre comúnmente en una edad temprana.
Prevención. Para prevenir el síndrome braquiocefálico se necesita cambiar las prácticas de reproducción. Si eres dueño de un Bulldog inglés, debes saber que estas cuestiones genéticas pueden afectar a tu mascota. Compra tu perro a un criador de renombre y examina cuidadosamente no sólo al cachorro sino también a la madre y el padre. Mira de cerca a ver si puedes observar si los padres parecen haber tenido una cirugía realizada en los ojos, la nariz o la boca para corregir defectos. Pasea a tu Bulldog utilizando un arnés y una correa en lugar de un collar con correa para disminuir la posibilidad de que un fuerte tirón dañe su tráquea o los ojos. Comienza a cepillar sus dientes desde que es un cachorro para que estén lo más libres posibles de desechos de alimentos. Cuando el clima es cálido debes mantenerlo en interiores, preferiblemente en zonas climatizadas. No dejes que engorde ya que la obesidad contribuye a los problemas respiratorios.
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