Todas las personas emiten partículas microscópicas que transportan el olor humano. Estas partículas son transportadas por el aire y pueden llevar el aroma a una distancia considerable. Un perro de búsqueda y rescate está entrenado para localizar ese olor y ayudar a sus entrenadores a encontrar personas que están perdidas o desaparecidas.
1. Hay que estar preparado porque requiere mucho tiempo. Para entrenar a un perro de búsqueda y rescate o SAR, hay que estar comprometido. El curso abarca un promedio 2 a 4 sesiones a la semana durante todo un año.
2. Hay que elegir un perro que esté en buen estado físico y tenga un temperamento tranquilo. La mayoría de las personas prefieren entrenar a un cachorro, pero también puede hacerse con un perro mayor.
3. Socializar al perro con diferentes personas y animales. Un buen perro de búsqueda y rescate debe ser socializado con personas de ambos sexos y de todas las edades, al igual que con otros perros y otros animales.
4. Familiarizar al perro con varios ambientes. Tiene que acostumbrarse a los ruidos del tráfico, las grandes multitudes, barcos, helicópteros y terrenos diferentes.
5. Enseñar al perro a encontrar personas jugando a las escondidas en la casa. Ocultarse y dejar que lo encuentre. Cuando lo haga se le recompensa con elogios y una golosina. Buscar escondites cada vez más difíciles.
6. Entrenarlo con diferentes olores. Enseñar al perro a encontrar a su dueño por el olor. Realizar el juego de las escondidas fuera de la casa y aumentando cada vez que se haga la distancia entre ambos.
7. Utilizar otras personas para que haga el papel de víctima perdida y utilizar huellas viejas para ayudarlo a perfeccionar sus habilidades.