Las razas Spitz, también conocidas como razas del norte, tienen un encanto agreste. El grupo es diverso e incluye razas de Escandinavia; Spitz finlandés, el Cazador de alces noruego, Asia, Shar pei, Akita y Chow chow de Siberia y América, el Huskie y el Alaskan malamute. Para entrenar con eficacia a tu Spitz primero debes entender su personalidad y motivaciones.
Elementos que se necesitas
• Golosinas
• Juguetes
• Arnés
Paso 1. Obtén una ventaja física. Las razas de trineo y algunas razas de caza más grandes pueden ser difíciles de controlar, así que usa un arnés para evitar que controle la situación durante el entrenamiento con correa y la formación general de obediencia. Este arnés utiliza la fuerza del perro en su contra y lo fuerza hacia un lado si tira.
Paso 2. Lleva a tu perro a dar un largo paseo, es más fácil conseguir la cooperación de un perro si está un poco cansado y será menos probable que se distraiga. Un perro cansado es un perro bien educado.
Paso 3. Busca una tranquila zona de entrenamiento que esté libre de distracciones. Apaga la televisión, cierra la puerta y dile a los miembros de la familia que no te molesten. Las razas Spitz son muy alertas y pueden ser fácilmente distraídas por el tránsito peatonal, los sonidos y la simple presencia de otra persona.
Paso 4. Aprende que motiva a tu perro. Si descubres que motiva a tu perro, entonces podrás seducirlo más fácil con una recompensa. Las razas de trineo, como el Huskie y el Alaskan malamute están motivadas por la oportunidad de correr, tirar y aman las atenciones. Al observar la reacción de tu perro ante diferentes estímulos podrás averiguar fácilmente que premio le gusta más. Para la mayoría de los perros es la comida, así que trata de darle diferentes golosinas y observa cual le gusta más.
Paso 5. Se firme y consistente. Utiliza una correa para guiar suavemente a tu perro cuando lo estás entrenando para que haga sus necesidades, durante la socialización y la retentiva.
Paso 6. Tu recompensa. Cuando refuerces un comportamiento deseado, como que se siente correctamente, debes darle la recompensa casi al instante. Esto aumenta las posibilidades de que tu perro asocie la acción con el resultado.
Paso 7. Varía los ejercicios de entrenamiento. Las razas Spitz son normalmente inteligentes y se aburren de los ejercicios repetitivos. El Spitz finlandés, en particular, odia la monotonía y se cansará si le pides la misma cosa de la misma manera.
Paso 8. Expón a tu perro para que ladre ante estímulos inducidos como el timbre de la puerta con regularidad. Las razas Spitz son por naturaleza vocales, por lo que querrás tener control sobre sus ladridos desde el principio. Justo antes de que ladre, debes decir «ladra» y luego dale una recompensa. La recompensa tiene dos funciones; reforzar el acto de ladrar cuando le das la orden y distraerlo de que siga haciéndolo. Con el tiempo aprenderá a ladrar sólo cuando se le pidas.