Los toltecas techichi
Puede que se sorprenda al descubrir que su pequeña mascota tiene ancestros que se remontan a la cultura tolteca de México, hace unos 1.000 años. Los arqueólogos descubrieron artefactos y dibujos de pequeños perros de aspecto muy parecido al Chihuahua moderno en sitios toltecas. Conocido como techichis, los toltecas mantuvieron este perro como perro de compañía, pero esta mascota, que fue probablemente un poco más grande y más pesado que el Chihuahua del siglo 21, también jugó un papel importante en los servicios religiosos toltecas. Lo que también resulta interesante es el descubrimiento de juguetes en forma de perros con ruedas a través de Centroamérica, incluso desde antes del imperio tolteca.
Los aztecas
Cuando los aztecas conquistaron la Tolteca, continuaron manteniendo a estos pequeños perros como compañeros. Los aztecas también creían que los primeros perros Chihuahua tenían la capacidad de actuar como guías en la otra vida y que el perro podría asumir las malas acciones de su dueño si ellos eran incinerados juntos. El Chihuahua rojo se cree que tiene más poderes místicos que el resto de los perros de su familia, lo que le asegura un lugar en muchos hogares aztecas. Es probable que los aztecas también hayan criado variaciones del techichi para realizar diferentes funciones, además de ser una fuente de alimento para los miembros menos ricos de la sociedad azteca.
Casas Grandes
En 1850 se encontraron los cachorros más similares al Chihuahua de hoy en día, viviendo en unas ruinas alrededor de una zona arqueológica llamada Casas Grandes, en el estado mexicano de Chihuahua, de ahí surge la adopción del nombre de Chihuahua para la raza. La zona es un sitio de patrimonio mundial de la UNESCO debido a su importancia en la comprensión de las culturas precolombinas. Debido a que la región limita con varios estados de Estados Unidos, no fue extraño que este pequeño perro se ganara el aprecio de muchos amantes de las mascotas en América. La raza fue reconocida por el American Kennel Club en 1904.
Los primeros Chihuahuas en Estados Unidos
En la década de 1800 fueron descubiertas ollas de barro en forma de perro en Georgia y Tennessee, añadiendo otra dimensión a la compleja historia de la raza. Sin embargo, no fue hasta el siglo 20 que los arqueólogos volvieron a examinar las ollas de sitios de nativos americanos alrededor de Columbus, Georgia, Nashville y Tennessee, para ver si podían identificar la raza de perro. Llegaron a la conclusión de que los diseños se correspondían con el estándar actual de la raza Chihuahua. Gracias a todas las investigaciones que se han hecho, podemos estar bastante seguros de que el Chihuahua es definitivamente un perro mexicano.
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