Habituar al perro a cuantas más situaciones posibles, será determinante para su desarrollo emocional.
La habituación se da a través de la exposición continua.
Cuanto más se exponga a estímulos ambientales (visual, sonoros , olfativos) antes lo procesarán como parte de un aprendizaje.
La habituación es una manera fácil de aprendizaje para el perro.
Por ejemplo, la convivencia, el coche, el uso de trasportín para viajar, las jaulas educativas, el tránsito, y los ruidos de la vida cotidiana..etc.
Son un claro ejemplo de como el perro termina por habituarse al mundo que llegó.
En este articulo no puedo evitar acordarme y poner como ejemplo, la cocker spaniel de club náutico de mi pueblo.
Por aquel entonces andaba haciendo un curso de piragüismo, y fue allí donde conocí a aquélla encanto de perrita, muy alegre y social. Siempre acompañaba a los trabajadores de las instalaciones.
En el curso acompañaban en todo momento de una lancha de gran potencia para prevenir riesgos. En la que siempre iba montada aquella perrita.
Un tarde tal cual terminamos la clase, me invitaron a montar en aquella lancha. A mí sinceramente me hacía ilusión, pero me impresionaba lo rápido que iba aquello.
Sin embargo, observaba como aquella perrita permanecía tumbada en el suelo justo al lado del conductor, como si nada fuera con ella.
Cuando llegamos al puerto rápidamente se levantó y se dispuso a saludar a cada uno de nosotros. Era un claro ejemplo de como había terminado por habituarse a aquella situación, para mí fue la practica a tantos años de teoría.
Otro caso, muy a hilo con la capacidad de habituación del perro, fue el día que acompañé a un buen amigo al tiro al plato.
Cuando llegamos me dieron unos cascos para proteger los oídos de aquellos sonidos estruendos, me acerque interesado por saber cómo se competía y que normas tenía aquella competición.
Para mi sorpresa, en medio de todo aquel ambiente y ruido me encontré con un labrador tumbado echo una bola en su cama, y encima estaba dormido.
¿¡Cómo diablo podía ser!?, estaba claro que el perro se había habituado aquella situación, ¡ni siquiera se inmutaba lo más mínimo!
Cuándo el perro termina por habituarse no necesita ser premiado, ni con comida, ni con afecto, ya han aprendido a ignorarlo tras la exposición continua en su vida diaria.
Sin embargo, cuando hablamos de la desensibilización se utiliza sobre todo para los problemas de comportamientos, miedos, excitación, ansiedad…etc. Tiene otro enfoque y este si necesita de apoyo.
La habituación y la desensibilización van muy de la mano, ya que en ambos casos se exponen al perro, aunque de manera diferente.
Yo por ejemplo enfoco la desensibilización exponiendo al perro de forma progresiva a ruidos que tienden a tener una respuesta exagerada en el perro.
Cuando nos disponemos a desensibilizar a un perro ante los petardos, tiros, debe ser presencial y progresivo.
Mientras qué los truenos van a acompañados de grabaciones de gran calidad, ya que carecen del olor de la pólvora.
Trataremos mediante al exposición progresiva de que desaparezca una respuesta emocional en el perro.
Otro ejemplo, de desensibilización y en este caso no es sonora, si no, con una situación en concreto, la ansiedad a viajar en coche.
Exponemos progresivamente al perro al coche de menos a más, empezando desde subir y bajar, siguiendo de una vuelta a la calle, hasta ir incrementando distancia poco a poco, hasta que la ansiedad en el perro vaya desapareciendo.
Importante; Se debe de terminar siempre la sesión en positivo, no debemos de forzar los tiempos y ritmos.
La base para atajar todo problema de comportamiento, es una buena SOCIALIZACIÓN.
Exponer al perro a cuantas más situaciones y cuanto antes mejor. En definitiva, ¡moverlo mucho!. Nosotros nos encargaremos de trasmitir seguridad permaneciendo a su lado.
Pienso que cuanto antes comencemos a exponer al perro al medio, mejor, al fin y alcabo, el adiestramiento social es un pilar fundamental en cualquier perro.
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