Perros que ladran muy poco

peludoLos perros ladran, eso es algo natural ya que es la forma en que se comunican. Vivir con un perro ladrador, sobre todo en un apartamento o en un barrio pequeño, es algo más que frustrante y hará enloquecer a los vecinos. No obstante hay algunas razas que ladran muy poco.

Grandes razas que son más silenciosas. Si siempre has querido un perro de raza grande, pero no lo tienes por miedo a sus fuertes ladridos, pues bien: hay algunas razas grandes que se conocen por ser poco ladradoras. Chow chows, Akitas, la mayoría de los Retrievers, Mastines y Shiba inus son todas razas grandes que ladran muy poco. No te olvides del Basenji, que aunque es más un perro de tamaño mediano, es sabido que no ladran en absoluto, aunque sí hacen gruñidos y quejidos similares a un canto tirolés.

Razas pequeñas que no ladran. Cuando piensas en un perro pequeño, es probable que lo incluyas en la lista de los perros que ladran mucho. Sin embargo en realidad existen un puñado de perros de razas pequeñas que no ladran mucho, entre ellos están: Bulldogs, Boston terriers, Cavalier King Charles spaniels, Spaniels y Spaniel japonés.

Causas que provocan los ladridos. Cuando los perros ladran, generalmente lo hacen por una razón. Cualquier raza puede desarrollar problemas de comportamiento y expresarlo en ladridos exesivos, por lo que puede requerirse entrenamiento que ayude a modificar la conducta o la aceptación del animal a los factores que desencadenan los ladridos. Los problemas de ladridos en los perros pueden provenir del aburrimiento, la sobreexcitación, como una exigencia de atención o comida, a causa de la ansiedad o la frustración.

Enseña a tu perro a no ladrar. Muchas clases de obediencia incluyen una sección sobre el silenciamiento de tu perro si empieza a ladrar en un momento inapropiado. Mediante el uso de herramientas puedes interrumpir los ladridos de tu perro. La idea es entrenarlo en un momento que no esté ladrando para que reconozca una frase y lo asocie con una golosina especial. Dile algo como: «por aquí» o «no ladres» en un tono alegre y positivo y luego dale de inmediato una golosina que sabes que le gusta. Repite esto hasta que veas que las orejas se levantan y los ojos se iluminan cuando dices la frase mágica. Continúalos entrenamientos periódicamente en los momentos en que tu perro no ladra para reforzar en su mente el poder de las palabras que conducen a una golosina altamente deseada. Cuanto más lo refuerces, más eficaz será que tu perro deje de ladrar cuando sea necesario.

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