Tu pequeño Beagle es tú mejor amigo, siempre está feliz y lleno de diversión. No te gustaría verlo con un dolor pero debes saber que esta raza es propensa a ciertos problemas de espalda y cadera. En ocasiones los signos son sutiles mientras que en otros se manifiestan notoriamente. El veterinario puede ayudarle a sentirse mejor.
Enfermedades de los discos intervertebrales. Los discos de tu perro son similares a los cojines entre las vértebras de tu columna vertebral. Los discos tienen una capa externa más dura y una capa interna gelatinosa. A medida que tu perro realiza sus actividades diarias como correr, saltar y perseguir ardillas, los discos amortiguan su columna vertebral. Al ir envejeciendo podría empezar a descomponerse, el material blando en la capa interna se vuelve más duro y los discos se vuelven menos flexibles empiezan a sobresalir de las vértebras. En el peor de los casos ocurre una ruptura del disco y la médula espinal puede ser afectada.
Síntomas. Los síntomas de la enfermedad del disco intervertebral van de leves a severos con mucha rapidez. Tu Beagle podría tener dificultad para caminar, tener dolor o quedar completamente paralizado. Esta enfermedad puede ocurrir repentinamente o con el tiempo. Si sucede de un momento a otro es porque el disco probablemente se rompió. Cuando ocurre con el paso del tiempo es posible que notes que no tienes que regañar a tu Beagle porque salta sobre los muebles porque ya no lo hace. Puede que no quiera subir o bajar escaleras o puede gritar cuando lo cargas. Llévalo al veterinario para que lo diagnostique porque puede requerir de una resonancia magnética o MRI.
Tratamiento. Incluso en el peor de los casos, con un disco roto y parálisis, una cirugía implica buenas probabilidades de que tu Beagle pueda volver a caminar. Después de la cirugía necesitará terapia física por un tiempo y tal vez no pueda volver a realizar sus actividades normales durante varios meses. En los casos más leves el veterinario puede prescribir esteroides para aliviar la inflamación y reposo absoluto durante dos semanas o más. Tu mascota no puede correr en el patio trasero sino que debe ir caminando para hacer sus necesidades y luego volver a un área restringida. Si está entrenado para utilizar la caja, esto puede ayudar a mantenerlo inactivo o el veterinario puede recetarle sedantes. Puede resultarte difícil verlo en esta condición pero recuerda que es por su propio bien. Pronto estará fuera jugando y riendo con su tonta sonrisa de Beagle. En ambos casos, leves y graves, utiliza un arnés cuando lo lleves a caminar en lugar de ponerle una correa en el cuello. De esta manera no dañarás accidentalmente su cuello.
Displasia de cadera. Si bien esta malformación de la articulación de la cadera es más frecuente en las razas grandes de perros, los más pequeños como el Beagle también la experimentan. Los perros con displasia de cadera pueden cojear a menudo desde edades tempranas y también sufrir de artritis. Si a tu Beagle no le han realizado radiografías de cadera, se puede suponer que sólo tiene artritis. El veterinario puede prescribir medicamentos para aliviarle los síntomas. En casos graves se puede realizar una cirugía para ayudarlo a recuperar la movilidad.
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