Según los expertos, hasta tres de cada cuatro chihuahuas presentan una dislocación o luxación de rótula. Esto se debe a que varios rasgos genéticos se combinan para causar esta condición. Afortunadamente, muchos de estos perros no requieren ningún tratamiento para recuperarse.
Subluxación y luxación de la rótula
Una luxación de rótula ocurre cuando la rótula del perro se mueve de su lugar en la articulación. Esto podría ocurrir debido a la debilidad en los tendones o ligamentos que sostienen la rodilla en su lugar o porque el sitio donde la rótula está acomodada es muy poco profundo. Es posible que una lesión en la pierna de un perro provoque la luxación de la rótula, pero lo más probable es que haya una predisposición genética para que la rodilla sea desplazada.
Las luxaciones de rótula se clasifican según su gravedad, de I a IV. Los tres primeros grados son considerados como «subluxaciones», porque la rótula se mueve fuera de lugar, pero puede volver a este. La cuarta clasificación se considera una luxación completa, porque la rótula sale de su ranura y no se puede asentar nuevamente.
Los grados de subluxación rotuliana
La subluxación de grado I se produce cuando la rótula se desliza en y fuera de su lugar al manipularse con la mano. La subluxación de grado II ocurre cuando la rótula se mueve de vez en cuando fuera de lugar y se traslada de nuevo por sí sola, o cuando se mueve con la mano. Las subluxación de grado III provoca cojera repetida o permanente, debido a la frecuencia con la que la rótula se desliza. La luxación de grado IV se produce cuando la rótula se mueve fuera de su lugar sin poder colocarse en él nuevamente. Si su perro chihuahua corre con una pata trasera bajo su estómago o si de vez en cuando salta como un conejo en lugar de andar normalmente, haga que un veterinario examine sus rótulas.
Sin tratamiento
La luxación de grado I no requiere tratamiento. Cuando existe esta condición las rodillas están esencialmente sanas y solo muestran síntomas en un examen físico. A medida que un perro con luxación de grado I envejece, la rótula puede degenerar en una luxación de grado II.
Tratamiento médico
Esta condición en las rótulas a veces se trata con reposo en una jaula, una actividad limitada y las medicamentos. Cada uno de estos tratamientos presentan un éxito limitado y ninguno es definitivamente curativo. Si su chihuahua tiene una luxación de grado II en la rótula, su veterinario puede pedirle que evite que corra o salte. También puede suscribirle un medicamento antiinflamatorio no esteroideo (AINE) y en algunos casos, puede sugerir un medicamento esteroide. Además de estos medicamentos, existe alguna evidencia de que la glucosamina y la condroitina en píldora o en forma líquida, pueden ayudar en el tratamiento médico de las luxaciones de menor grado. La glucosamina y la condroitina están fácilmente disponibles para los dueños de mascotas y sin receta médica.
Tratamiento quirúrgico
Si tu mascota presenta dolor constante en una rodilla que se mueve de lugar (luxación grado III) o si es incapaz de extender la pata (luxación grado IV), necesitará una cirugía correctiva. La cirugía puede profundizar la ranura en la que se encuentra la rótula. La luxación también se puede corregir mediante la reconstrucción quirúrgica de los tejidos blandos, los músculos y tendones, que unen la rótula con la tibia, o mediante la eliminación del final la tibia y su recolocación en una posición más beneficiosa. Cada una de estas cirugías es grave, difícil y requieren un máximo de dos meses para la recuperación. No obstante, alrededor del 90 por ciento de todos los perros que tienen una cirugía correctiva experimentan buenos resultados.
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