Boyero de Berna

Otros nombres: Berner, Berner Sennenhund, Perro Ganadero de Berna.

Apariencia. Los Berners son perros muy hermosos, oriundos de las montañas suizas. Son fuertes, robustos, de extremidades musculosas y de cola larga y tupida. Aunque alcanzan la estatura de adultos aproximadamente a los 15 meses, puede tomar otros 2 ó 3 años para que lleguen a su plena madurez.

Peso: Ambos sexos pesan entre 40 y 44 kgs.

Promedio de vida: 7-10 años.

Temperamento. Los Berners son amables, tranquilos y muy leales. Son perros muy cariñosos y alegres que adoran ser el centro de atención. Son grandiosos con los niños a los cuales protegen mucho, lo que los hace mascotas ideales para la familia. Si socializan desde cachorros adecuadamente, se llevará bien con otros perros y animales durante toda su vida. Sólo ladran cuando saben que algo anda mal haciéndolos excelentes perros guardianes.

Entrenamiento. Les encanta ser el centro de atención, el entrenamiento debe comenzar desde el primer día en que el cachorro llega a casa. El entrenamiento cuidadoso y suave con mucha socialización es la clave para una vida feliz y equilibrada del cachorro. Generalmente son muy complacientes pero pueden llegar a ser muy tercos.

Aseo: Requieren cepillado diario para mantener su pelaje sano, brillante y libre de enredos.

Ejercicio: Los Berners necesitan ejercicio diario para satisfacer sus necesidades energéticas. Para los cachorros, el ejercicio debe limitarse al jardín por lo menos hasta los 4 a 5 meses de vida para permitir que los huesos y las articulaciones terminen de formarse y fortalecerse correctamente, por esta misma razón, se deben vigilar cuando hay escaleras en la casa.

Salud

Torsión gástrica: Aunque no es una condición hereditaria, afecta con frecuencia a muchos perros, incluyendo esta raza de perros. Esta es una condición muy seria. Cuando un perro la presenta, el estómago puede torcerse y bloquearse, causando acumulación de gas. Si no se trata rápidamente puede ser fatal. Con esta enfermedad también aparecen inútiles intentos de vomitar y salivar. Además, puede conducir a un colapso cardiovascular, que por lo general ocurre cuando se ejercita luego de comer. La incidencia de la Torsión gástrica en los perros adultos puede ser controlada con  la alimentación sana dos veces al día y, por supuesto, al permitir un tiempo para que digiera antes de llevarlo a correr por el parque.

Malformación o displasia de la cadera: Resulta en un mal ajuste entre la cabeza del hueso del fémur y el acetábulo de la cadera. Esta condición puede ser aliviada mediante cirugía. Los perros con displasia suelen producir cachorros con igual padecimiento. Los compradores deben preguntar si tanto el padre como la madre del cachorro en el que están interesados han sido evaluados recientemente  y están libres de displasia de cadera. No se debe tomar un sí por respuesta sin ver un certificado y comprobarlo con un veterinario de confianza.

Atrofia Progresiva de Retina (PRA): Esta condición hereditaria ha sido identificada en los Berners, es un término para un grupo de enfermedades que involucran todo el deterioro gradual de la retina. PARA es un término general para varios tipos de enfermedades de la retina, todo lo cual resulta en ceguera. Todos los Berners, independientemente de su edad, deben ser examinados anualmente por un miembro de los oftalmólogos veterinarios.

Cataratas: Causa una pérdida de la transparencia normal del lente del ojo. El problema puede aparecer en uno o ambos ojos, si no es tratada conduce a la ceguera.

El hipotiroidismo: Es una enfermedad endocrina que da como resultado la producción anormalmente baja de hormonas tiroideas. Los síntomas del hipotiroidismo incluyen letargo, depresión mental, aumento de peso y una tendencia a buscar lugares cálidos. El hipotiroidismo puede también afectar el pelaje y la piel, causando la pérdida de pelo y la caspa excesiva.

Epilepsia: Es un trastorno convulsivo que se ha identificado en esta raza. Las convulsiones varían entre una mirada lejana, contracciones en una parte de la cara hasta la caída sobre uno de sus lados acompañada de ladridos, rechinado los dientes, orine, defecación y movimientos desordenados de los miembros. Las convulsiones suelen aparecer repentinamente y terminan espontáneamente, puede durar desde segundos a minutos. El trastorno no tiene causa conocida, sin embargo, es importante un  examen de su veterinario para determinar la salud general de la mascota y  que permita asegúrese de que no hay ninguna otra enfermedad subyacente que pueda ser la causa de las convulsiones. El tratamiento puede incluir medicamentos anticonvulsivos. Siempre busque consejos de su veterinario.

Cáncer: Los Berners tienen una incidencia más alta de lo normal para la aparición del cáncer. Además de los cánceres caninos típicos, pueden tener histiocytosis, un cáncer hereditario que parece ser específico de esta raza. La Fundación Berner-Garde ha sido establecida para comprender y reducir las enfermedades genéticas en Perros de Montaña de Berna.

Historia

El origen de los Berners se remonta a hace 2000 años, cuando los romanos invadieron Suiza, entonces conocida como Helvecia. Estos eran utilizados como arrieros de ganado y perros guardianes. Los perros romanos de tipo mastín fueron cruzados probablemente con perros guardianes de la región y resultaron en animales que podían soportar el mal tiempo en los Alpes y que tenían un temperamento más dócil.

Durante el 1800 la raza casi había desaparecido debido al interés en el San Bernardo y la falta de programas de mejoramiento de la misma y, no fue hasta principios de este siglo, que un sinólogo suizo, Herr Franz Schertenlieb, se dedicó a peinar el campo para encontrar el último ejemplar de estos perros. Tuvo éxito en el distrito Dürrbach de Berna y el profesor de Zurich, Albert Heim, se unió a él. Gracias a ellos, el perro de Montaña de Berna fue recuperado. Al principio, estos perros eran conocidos como Gelbbackler (mejillas amarillas), Vierauger (cuatro ojos), o más comúnmente, Durrbachler en dependencia de si venían de la zona de Berna o de la zona de Dürrbach. En 1908 el club que se había formado cambió su nombre por el de Berner Sennenhund. Por entonces, contaba con un gran número de seguidores en Suiza, Escandinavia y el continente, fue finalmente reconocido en Estados Unidos en 1936 y siguió a Canadá en 1970. La raza Berner sigue siendo relativamente rara en Gran Bretaña.