Quiste benigno en un Labrador

labrador enfermoNo te asustes si a tu Labrador retriever le comienzan a salir quistes en el cuerpo. Debes llevarlo con un veterinario para que le examine los quistes porque tal vez no son tumores. Los quistes benignos y los lipomas son comunes en esta raza. Si bien pueden alarmarte, estos quistes no afectan a tu perro.

Quistes sebáceos. Los quistes sebáceos son pequeños bultos debajo de la piel que pueden manifestarse de varias formas. Un quiste puede aparecer como una especie de grano y luego abrirse como tal. Si el quiste de tu Labrador parece estar llegando a un punto crítico, debes resistir la tentación de reventarlo. Estos quistes están llenos de líquido o materia no muy diferente al queso cottage. Exprimir uno puede provocar infección. El quiste puede reventarse por sí mismo o desaparecer con el tiempo. Si lo revientas puedes desconectar la superficie con el material de su interior endurecimiento y este nunca saldrá o demorará más en desaparecer. Estos quistes pueden aparecer en un Labrador a cualquier edad. Algunos perros son propensos a tener quistes por lo que puedes encontrarlos con frecuencia en el cuerpo de tu mascota.

La ruptura de un quiste. Si un quiste benigno se revienta puede verse y oler asqueroso pero limpiar el fluido no es gran cosa. Lava con agua y jabón en el lugar para eliminar toda la «materia quística». Corta el pelo alrededor del quiste. Utiliza agua oxigenada para matar las bacterias. Dependiendo de la ubicación del quiste puedes agregarle una pequeña cantidad de peróxido de hidrógeno o utilizar una bola de algodón. Dale seguimiento con crema antibacteriana. Realiza esta operación varias veces al día. Si tu perro puede alcanzar el quiste debes envolverlo para que no pueda lamerlo o morderlo. Con la ayuda del veterinario puedes extirparle el quiste. Si no se elimina puede este puede volver a crecer. Si el quiste se infecta al reventarse el veterinario probablemente le recetará antibióticos.

Tumores sebosos benignos. Estas protuberancias que aparecen en la mediana edad y en la madures de los Labradores se llaman lipomas. La probabilidad de que tu Labrador tenga lipomas será de al menos una vez en su vida. Por supuesto, es prudente pensar que cuando a tu perro le aparece un bulto o protuberancia este será benigno pero debes llevarlo al veterinario para estar seguro. Es posible que desees tomar nota del tamaño y la localización del tumor cuando lo encuentres para saber si ha crecido o si le han salido más o se repite en el mismo lugar luego. Aunque los lipomas son comunes en todos los Labradores, las hembras con sobrepeso son más propensas a tenerlos.

Diagnóstico. Los lipomas y quistes se encuentran justo debajo de la piel y pueden moverse un poco si los tocas con los dedos. Los tumores malignos son generalmente duros y no se mueven. No obstante el veterinario no puede hacer un diagnóstico definitivo con sólo tocarlo. Para estar seguro debe tomar una muestra del lipoma o quiste con una aguja fina para comprobar el contenido o realizar una biopsia.

Remoción. Puedes eliminarle los lipomas a tu Labrador pero por lo general no es necesario a menos que los tenga en un lugar que interfiera con sus movimientos o alimentación. Si bien la eliminación de quistes y lipomas hace que el perro se vea mejor, recuerda que existen riesgos al poner a un perro bajo el efecto de la anestesia. La mayoría de los lipomas son pequeños y crecen lentamente pero los grandes causan malestar y pueden ser candidatos a la eliminación. Es posible que desees eliminar un quiste que se repita y se infecte.

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