Los perros y los gatos, al igual que la mayoría de los mamíferos, tienen bigotes que les ayudan a mantener la distancia mínima y la visión. Casi todos los mamíferos utilizan los bigotes como órganos sensoriales, los cuales realizan la misma función que los radares. Los bigotes en los gatos y los perros les indican la ubicación de los objetos y otros animales, particularmente en lugares cerrados y con una iluminación tenue. Los gatos son más dependientes de sus bigotes que los perros, pero estos son importantes para ambos.
No es sólo pelo. Casi todos los mamíferos tienen bigotes y en el caso de los gatos y los perros, son más largos, más grueso y más rígidos que el pelo del resto del cuerpo. También se encuentran más profundamente arraigados en los folículos de la piel y tienen una alta concentración de células nerviosas en su base. El propósito principal de los bigotes faciales es captar las vibrisas que les permite obtener la distancia que hay entre los objetos en plena obscuridad, saber la procedencia de los olores y detectar corrientes de aire. Tanto los perros como gatos las utilizan con los mismos fines. De forma general los bigotes les ayudan a los animales a entender el mundo que les rodea.
El pelo del gato. El gato promedio tiene de 20 a 30 bigotes faciales que le ayudan a comprender el entorno, a determinar las distancias, así como la profundidad. Esto es particularmente útil para los gatos ya que son crepusculares, es decir, que son más activos al amanecer y al atardecer y no pueden depender exclusivamente de la vista para cazar. Los bigotes faciales también ayudan a los gatos cuando están en espacios estrechos. A estos animales también le crecen pelos táctiles similares a los de los bigotes en otras partes del cuerpo, incluyendo las piernas y las patas. Estos pelos ayudan a los gatos a identificar las presas y a subir a los árboles.
El pelo del perro. A pesar de años de crianza para aumentar el sentido del olfato y reducir la relativa actividad durante la noche, los perros todavía dependen de los bigotes, aunque en menor medida que los gatos. Normalmente, los perros tienen un menor número de bigotes que los gatos, pero hay razas que pueden llegar a tener más que los felinos. Múltiples estudios confirman que el 40 por ciento del cerebro de un perro se dedica a registrar señales táctiles y la mayor parte del tiempo se concentra hacia el lugar que están dirigidos sus bigotes. Los bigotes les permiten a los perros saber cuándo algo está cerca de su cara y parpadean cuando entran en contacto con algo. Este es un mecanismo de defensa muy arraigado que comparte la mayoría de los mamíferos.
Algo que debes saber. Nunca debes cortar los bigotes de tu mascota y aunque es más perjudicial para los gatos que para los perros, pero ambos animales responden negativamente a este procedimiento. Como se señaló anteriormente, los bigotes son órganos sensoriales que, al ser cortados, limitan el alcance o en menor medida, es como si pusieras una venda en los ojos del animal. A pesar de que no causa daño a largo plazo porque vuelven a crecer, estarás privando a tu mascota de uno de sus sentidos. Los animales con problemas de visión son más dependientes de sus bigotes, lo que es similar al uso de bastones en las personas ciegas.
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