Los Chihuahuas son susceptibles a sufrir de hipoglucemia debido a su bajo peso corporal. Si ves que tu Chihuahua tiene una convulsión, de seguro te asustarás mucho. Afortunadamente, la mayoría de los ataques duran solo unos minutos. Cuando tu Chihuahua tenga su primera convulsión debes llamar al veterinario inmediatamente o si tiene alguna convulsión que dura más tiempo de lo normal.
Hipoglucemia. Las convulsiones hipoglucémicas ocurren cuando el azúcar en la sangre de un perro desciende por debajo de los niveles normales. Los Chihuahuas son susceptibles a la hipoglucemia debido a su bajo peso corporal. Los ejemplares más pequeños que se venden como «taza de té» (aunque este tamaño no es reconocido oficialmente), son aún más susceptibles. La falta de masa muscular de los perros les impide almacenar y regular la glucosa, al igual que en algunos perros más grandes. Los perros con diabetes pueden experimentar ataques de hipoglucemia si sus niveles de insulina no son controlados.
Tumores. Las convulsiones pueden ser un síntoma de un tumor cerebral. Cualquier raza puede verse afectada por tumores cerebrales y los chihuahuas no son la excepción. Los tumores cerebrales son más comunes en los perros mayores de cinco años y las convulsiones son comúnmente, uno de los primeros síntomas. El veterinario puede realizar radiografías en el cráneo o el pecho de tu mascota para determinar si tiene tumores. A menudo es más fácil detectar tumores que se han propagado a los pulmones que ver tumores en el cerebro.
Epilepsia. La epilepsia se diagnostica generalmente cuando un Chihuahua tiene un patrón recurrente de convulsiones sin causa aparente como la diabetes o un tumor cerebral. Un Chihuahua epiléptico que experimenta más de una convulsión por mes, es probable que necesite un régimen de medicamentos anticonvulsivos. Los Chihuahuas con epilepsia pueden llevar una vida larga y feliz si sus convulsiones son controladas.
Prevención y respuesta. Las posibilidades de que tu Chihuahua tenga una convulsión son más bajas si descansa bien y come con regularidad. El aumento del estrés puede aumentar la posibilidad de un ataque, por lo que debes tratar de reducir el estrés en la vida diaria de tu mascota. Alimenta a tu mascota con varias comidas pequeñas y aperitivos durante todo el día, en vez de darle una comida grande para mantener sus niveles de azúcar en sangre más constante. Si tu Chihuahua tiene una convulsión, aléjala de zonas de peligros físicos inmediatos como una chimenea o piscina destapada. Retira otros animales que tengas del lugar y elimina las fuentes de estrés y ruido como la televisión o las luces brillantes. Coloca mantas o almohadas blandas alrededor del cuerpo de tu perro y deja que duerma lo suficiente después de las convulsiones. La somnolencia después de una convulsión es normal.
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