Cuando se trata de un Blood hound, hablar de “oído” externo es tal vez una contradicción; esas largas y caídas orejas parecen no terminar nunca, por lo que el oído externo es en realidad el canal de la oreja, el cual se extiende desde el tronco de esta hasta casi su extremo colgante. Limpiarla una vez al día previene el crecimiento de bacterias, las que comúnmente afectan a esta raza.
Elementos que necesitas
• Toallas húmedas y limpias
• Toallitas para los oídos medicadas
• Solución de limpieza para los oído de un perro
• Bastoncillos de algodón
Paso 1. Limpia los oídos de tu Blood hound una vez al día usando una toalla limpia y húmeda pero cálida. Como alternativa puedes utilizar una toallita para los oídos medicada. Levanta las grandes orejas de tu mascota y límpialas suavemente con la toallita. Prevención es la clave con esta raza porque sus orejas pueden recoger fácilmente la humedad y las bacterias que provocan infecciones. Limpiarlas todos los días no es el único recurso pero ayuda.
Paso 2. Limpia las orejas más a fondo semanalmente. Sostén la oreja desde la punta, coloca la boquilla de la solución de limpieza para los oídos de un perro en la apertura del canal auditivo y deja caer un chorrito. Colócala oreja hacia abajo y masajea suavemente la solución para que haga su efecto.
Paso 3. Limpia la oreja con un algodón y da un paso atrás para que tu perro sacuda la cabeza. Cuando se sacuda estará eliminando la solución del canal auditivo junto con los desechos y suciedad que haya recogido. Limpia con cuidado la entrada del canal auditivo con una bola de algodón repitiendo este proceso hasta que salga limpio. Luego repite el procedimiento en el otro oído.
Consejos
• Limpia siempre fuera del oído de tu Blood hound con una toalla limpia y seca después de que juegue en un ambiente húmedo. Un baño, ir a dar un paseo a través de hierba alta y húmeda o incluso dormir puede provocar que se le acumule humedad en el oído.
• Si notas un olor desagradable que emana de la oreja de tu perro, podría ser una infección bacteriana. Limpia el exterior lo mejor que puedas y consulta con el veterinario, este puede tener que tomar una muestra para determinar la gravedad y ver si tu perro requiere antibióticos.
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